sábado, 9 de febrero de 2008

Cristina Fernández tiene un récord muy singular: es la Presidenta que menos horas trabaja en el mundo entero


Su esposo Néstor era conocido por su agitada agenda y la cantidad de horas dedicadas a la labor presidencial. A poco de asumir, ella ya es la contracara. Está por debajo de mandatarios de otros países.

En poco menos de dos meses en la Casa Rosada, la presidenta Cristina Fernández ha obtenido un récord que la diferencia de sus pares en el mundo entero: es la Presidenta que menos horas trabaja.
Así lo determinó una investigación que será publicada en la edición de la revista Noticias que saldrá a la venta hoy a la noche. Según cuenta el semanario, la nota nació por casualidad hace dos semanas cuando un fotógrafo de la publicación esperaba la llegada de la Presidenta y su marido al helipuerto de la Casa Rosada, para fotografiar a la pareja cuando llegasen con rumbo a sus respectivos trabajos: ella en la Casa de Gobierno, él en sus oficinas de la Fundación Calafate en Puerto Madero.
El fotógrafo estuvo allí desde las siete de la mañana. Grande fue su sorpresa cuando debió esperar hasta las tres de la tarde. Dos funcionarios de la Casa Rosada confirmaron que el horario de llegada de Fernández aquel día no fue excepcional, sino que es lo normal.
Desde entonces, fotógrafos de Noticias hicieron guardias similares y se determinó que la Presidenta suele llegar a trabajar alrededor de las cuatro de la tarde y que, en ocasiones, ni siquiera va. La única excepción son los jueves, cuando ingresa alrededor de las 10 de la mañana. Además, en sus primeros 60 días de presidencia, Fernández descansó 26 y trabajó 34.
Semejantes horarios laborales no sólo contrastan con los de presidentes anteriores sino también con los de reconocidos mandatarios extranjeros. Por ejemplo Michelle Bachelet, mandataria admirada por Fernández, comienza su día a las siete de la mañana. George Bush empieza media hora más tarde y Hugo Chávez suele empezar a las nueve, 45 minutos antes que Tabaré Vázquez. Entre los predecesores de los Kirchner (desde 1983 en adelante), el más madrugador solía ser Carlos Menem, quien entraba a las siete, dos horas antes que Eduardo Duhalde. Néstor Kirchner empezaba a las ocho y media.
Incluso Fernando De la Rúa, de quien tanto se dijo que dormía en demasía, entraba a las ocho y cuarto, mucho antes de lo que lo hace Cristina Fernández. Pero eso no parece ser difícil: ningún otro mandatario parece inclinado a trabajar sólo de tarde.


Fuente:
http://www.perfil.com/contenidos/2008/02/08/noticia_0034.html