miércoles, 11 de febrero de 2009

¿para cuando la plancha que plancha sola? : Un auto que estaciona solo


Ford anunció que a mitad de año lanzará un sistema de estacionamiento automático y la reacción inmediata del universo masculino fue obvia: ¡Perfecto para las mujeres! A ver, muchachos, tuvimos píldora y liberación sexual, mujeres presidentas, mujeres astronautas y feminismos aguerridos que a esta altura pasaron de moda. Sin embargo, el mito de la inhabilidad al volante persiste. ¿Será un mito?
Más allá de la guerra de géneros, los ingenieros de Ford llegaron a la conclusión de que muchos conductores desearían tener un valet parking disponible 24 horas. Sí, bajarse del auto y que otro estacione. La tecnología supo suplir este sueño de esclavización con el llamado active park assist que, oh maravilla, estaciona el auto con sólo apretar un botón. No hace falta ni tocar el volante: los sensores de ultrasonido detectan el espacio vacío y hacen lo suyo.
Aquel que abone la teoría machista y crea que un auto así le facilitaría la vida a su mujer tendrá que comprar en el exterior un Lincoln MKS versión 2010 sedán o el nuevo Lincoln MKT, un crossover de lujo para siete pasajeros. Si no, esperar hasta que Ford extienda el sistema al 90% de sus autos en los próximos años. Y, como por ahora es imposible comprobar quiénes serán los principales usuarios de estos autos inteligentes, habrá que recurrir a teorías populares y opiniones especializadas para responder la pregunta existencial, ¿las mujeres estacionan peor que los hombres?
A partir de nuestra experiencia, puedo decir que es un mito”, responde Esteban del Río, hijo del reconocido piloto Jorge Omar del Río y al frente de una escuela de manejo avanzado. “Sucede que la mujer suele manejar menos tiempo o darle menos importancia y esto es cuestión de práctica: pensá que estamos en una sociedad machista donde el hombre a los 18 años ya quiere el auto y la mujer, en cambio, hace muy poco empezó a ganar terreno en el manejo”.
Gabriel es instructor de la autoescuela Mariela y derriba el mito de manera empírica: “Las mujeres aprenden a estacionar más rápido que los hombres por una sencilla razón: son más pacientes y saben escuchar. El hombre, en cambio, no se banca que otro le enseñe y se pone ansioso”.
De la otra mano de la avenida, sin embargo, están las encuestas y opiniones que alimentan el supuesto mito de que para una mujer estacionar en tres maniobras es tan complicado como hacer pis de parada. Un estudio de la compañía de seguros inglesa Admiral Insurance comprobó que las mujeres tienen casi el doble de probabilidades de darse un golpe al estacionar que los hombres. Vale aclarar que también constataron que las mujeres suelen hacer trayectos más cortos por el centro de las ciudades y en lugares donde deben estacionar con más frecuencia.
A esto se suma la postura del best seller de Allan Pease, quien en su libro Por qué los hombres no saben escuchar y las mujeres no saben leer los mapas abona la teoría de que las mujeres no saben medir bien las distancias.
Claro que en este tema no podía faltar la opinión de Marquitos Di Palma, especialista en cars and girls: “Para que el auto sea realmente revolucionario para las mujeres debería hacer todo solo, no simplemente estacionar. No es un mito, las mujeres son un desastre! Te puedo dar ejemplos a cada minuto, incluida mi mujer. Claro que los que tenemos la culpa somos nosotros, que nos les prestamos el auto, y por eso cuando lo usan se mandan cagadas. Ahí sí que me hago cargo del quilombo de las mujeres al volante”.
Fuente: http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=18612