Una mujer demandó a sus ex empleadores porque su jefe la obligó a presenciar un baile erótico para ganarse a dos clientes. Al parecer, los cuatro habían salido en una cena de negocios que terminó en un bar de strippers.
Rachel Kelly, una
La idea original era comer en el restaurante londinense Oxo Tower, pero después su jefe le dijo que era "inaceptable" que se fuera a su
Según el relato de Kelly, publicado por el sitio británico The Sun, su jefe, Danny Whelan, la obligó a ir al club Spearmint Rhino, en Londres, acompañados por dos clientes que estaban intentando seducir -pero a nivel laboral.
Al llegar al club, Whelan le dejó en claro que tendría que presenciar un show erótico privado junto a él, y momentos más tarde, cuando quiso dejar en bar, uno de los clientes le agarró la cola cuando intentaba subirse a un taxi.
Después de semejante noche, Kelly hizo una queja formal a sus superiores en la consultora IDPP, pero no obtuvo respuesta alguna. La mujer renunció en octubre y ahora demandó a la empresa y a Whelan por acoso sexual, victimización y renuncia obligada a sus ex empleadores, por lo que podría recibir hasta 175 mil libras esterlinas, unos 283 mil dólares.