lunes, 15 de septiembre de 2008

Los jóvenes prefieren sexo casual con turistas


La búsqueda de historias efímeras y evitar compromisos está en auge entre argentinos de 25 hasta 35. Los hombres aseguran que las turistas son menos histéricas que las locales, y las mujeres dicen que de este modo nadie las tilda de “atorrantas”. Los especialistas lo llaman “zapping de personas”.
Cada vez más, jóvenes argentinos prefieren mantener sexo casual con turistas antes que con sus compatriotas. De este modo, encuentran un modo de evitar las relaciones profundas y comprometidas. Los especialistas en sexología y psicología lo bautizaron "zapping de personas". Detrás de los proyectos personales y el temor a ser heridos, los jóvenes buscan relaciones menos densas, que cubren el período que los distancia con la postergada pareja. "Saber que la otra persona vive lejos define de antemano cuánto compromiso habrá en una relación. Ninguno", explica Adriana Arias, psicóloga y sexóloga. Según los hombres, las turistas "no son histéricas como las argentinas", y que después de tener sexo no buscan nada más. De este modo, evitan llamados e histerias posteriores. Por su parte, las mujeres sostienen que al estar con extranjeros evitan las culpas y nadie las marca como “atorrantas”. El boom turístico se concentra en San Telmo, Palermo y Colegiales. En bares, pubs y boliches los jóvenes encuentran a sus compañeros ocasionales. La sexóloga Arias explicó que la brevedad y la falta de compromiso de esos encuentros tienen los aspectos propios del erotismo, como es lo inestable, lo extraño y lo inesperado. Constituye una aventura. "Es como hacer un viaje", explicó la médica y psicoanalista Mariam Alizade. Las características de la sociedad de hoy, la fuerte presencia del individualismo, el ritmo acelerado, las separaciones, influyen en la percepción de la pareja, que resulta constrictiva en muchos casos. Para Arias, “las experiencias vividas o vistas respecto al compromiso llevan a situaciones frustrantes en muchos casos, por eso lo evitan y subliman a través de formas eróticas". "Los jóvenes no están seguros de lo que sienten, de lo que piensan, de lo que quieren. Las mujeres quieren destaparse y actuar como hombres porque tienen el mismo derecho que ellos", coinciden Arias y Alizade, que resaltan el influjo de la mezcla que hay en la vida pública de los roles de la mujer y del hombre.