sábado, 28 de junio de 2008

TENDENCIA EN ALZA :Los pollerudos, esos hombres que dependen de sus mujeres

Piden permiso para cada cosa que hacen y decisión a tomar, hablan siempre en plural y raramente se los ve solos, salvo que se “escapen”. ¿Dependientes o dominados? Los psicólogos explican que ni ellas ni ellos padecen este tipo de vínculos y que se trata de un acuerdo tácito de relación. Los sociólogos dicen que siempre existieron, en todos los rangos sociales. Autora Daniela Pasik
Pasa partes informativos por celular y se viste como a ella le gusta. Pide “permiso” para salir con sus amigos y la acompaña a ver Sex and the City. Le dice “patrona” o “bruja” y, aunque esté solo, habla en plural.
“Detrás de todo pollerudo hay una pollera que se teme perder”, reza la máxima popular que pasa de boca en boca en masculinas mesas de bar. Cada vez más porteños se consideran “víctimas” pero, al mismo tiempo, se quedan como están.
¿Qué significa ser pollerudo hoy? Según el licenciado Enrique Castro, psicólogo, “adjetivos como ‘pollerudo’ los coloca el que observa la situación, que en general se rige por el conocido refrán ‘ver la paja en el ojo ajeno’, pero el sujeto a quien califica así puede estar sumamente cómodo en esa posición y disfrutar de su vida como cualquier otro”.
Ana Lecumbe, socióloga, se pregunta: “¿Acaso fueron pollerudos Perón de Evita, Rosas de su hija Manuelita, Mao de su esposa Jiang Qing o, más cerca en el tiempo, Lennon de Yoko Ono? Muchas veces la sociedad magnifica acuerdos tácitos de parejas que lo que en realidad tienen no es a un fuerte y a un débil, sino a dos partes iguales”.
Sí, querida. Tita es la más famosa de las mujeres en la vida de Soldán, y eso que el ex Feliz domingo estuvo casado con la escandalosa Silvia Suller y en pareja con la judicialmente polémica Giselle Rímolo. El amor que une a Silvio y a su madre trasciende todas las fronteras: ella le cocina, habla de él en los medios y, sí, hasta decide sobre su vida sentimental. El, con 74 años cumplidos y varios éxitos económicos en su haber, jamás... nunca (salvo cuando estuvo preso) vivió en la casa de otra.
Mariana Nannis ansiaba una vida de lujos y, aunque no cuenta con ningún talento propio, realizó sus sueños al casarse con Claudio Paul Caniggia. Mientras los seguidores delPájaro” la acusaban de desplumarlo, la rubia se pavoneaba contando que se bañaba con champagne. “Pollerudo”, “dominado” y todas sus variantes son los insultos que escucha más seguido el jugador, cada vez que pasa un mal momento deportivo.
¿Alguien se acuerda del nombre del marido de Cecilia Pando? Pedro Mercado era mayor del Ejército Argentino y fue pasado a retiro inmediatamente después de que su esposa hiciera públicas algunas de sus ideas sobre derechos humanos. El ministro Aníbal Fernández se refirió a la señora como “portadora de las expresiones de algún pollerudo que no se anima a decir las cosas”. Ella, hoy, es una activista de ultraderecha en plena carrera y él, su “damo de compañía”.
No hay futbolero que no cuestione la actitud del Cholo Simeone. Es sabido que el director técnico de River no le da notas a nadie en el mundo del deporte y, gane o pierda su equipo, no lo hace. Igual, desde que Carolina Baldini (que en medio de su fiebre mediática lo dejó, se mostró con otro y después al caer el rating volvió con él) decidió bailar por un sueño, hizo una tapa glamorosa para la revista Caras.
¿Y los escoceses, qué son?
Al respecto, en el diccionario de jergas del habla hispana, dice: “Término compartido por Argentina y Uruguay. Pollerudo (m), hombre fuertemente influenciado por una mujer (madre, esposa, novia, etcétera). Hace referencia a la pollera o falda larga de las mujeres mayores detrás de la cual se suelen esconder los niños. ‘No, el pollerudo de Germán no viene a la despedida de soltero de Roque porque su esposa no lo deja’”.
Aunque el término “pollerudo” es propio del Río de la Plata y el diccionario de la Real Academia Española no lo tiene en cuenta, en todo el mundo hay varias formas crueles, aunque pícaras, de llamar a este tipo de hombres. En España, les dicen “Juan Bragazas”, “Blas Pollas” o “Juan Lamas”; en México los llaman “calzonazos” o “maridazos” y en Colombia, “mansos” o “mameluco”.
Fuente:http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0272/articulo.php?art=8166&ed=0272

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